Rusia apenas empieza
El 20 de agosto -escribo esto a 21 de agosto de 2024- el presidente Zelenski anunciaba bastante eufórico el hecho de que el ejército ucraniano había penetrado profundamente en el territorio ruso ocupando más de 1200 km. cuadrados y que en más de noventa poblaciones ya ondea la bandera azulgualda.
Se dirigía a una audiencia muy escasa, en una sala casi vacía.
Se refería a la región de Kursk. El territorio supuestamente ocupado está limpio de habitantes desde hace varias semanas. Las poblaciones fueron evacuadas casi por completo. Son, por tanto, localidades vacías que los ucranianos conquistaron sin apenas gastar munición contra las tropas reguladas.
Todas las familias rusas fueron desplazadas a otras regiones de Rusia, recibieron alojamiento y todo lo necesario para llevar una vida normal. Las autoridades también les prometieron que sus hogares serían reconstruidos tan pronto como la región invadida estuviera liberada.
Hoy por hoy las tropas ucranianas están dispersas en un territorio inmenso que tienen que defender y reforzar.
Hoy por hoy las tropas ucranianas están dispersas en un territorio inmenso que tienen que defender y reforzar. Ahora es cuando empieza lo complicado: proteger y conservar la plaza tomada. Lo están intentando conseguir de alguna manera pero a costa de enormes pérdidas de vidas humanas y equipo. Y no está del todo claro en qué mente se ha cocido semejante empresa ¿Quién es el responsable de la operación? El Comandante en Jefe ucraniano o los estrategas de la coalición occidental.
Napoleón se planteó invadir Rusia con un ejército de mas quinientos mil soldados. El general ruso Kutuzov le permitió avanzar libremente a través de un territorio despoblado entregándole incluso la capital que el francés, furioso de que nadie viniera a entregarle la llave de la capitulación, convirtió en cenizas. El resto de la historia la conocemos todos menos, al parecer, aquellos que dirigen la operación miltar ucraniana.
Mientras tanto Vladímir Putin viaja por Rusia y por los países satélites aliados: Azerbayán, Daguestán, Kabardino-Balkaria, Osetia. Impecablemente trajeado se arrodilla frente a las tumbas de los fallecidos en diversas etapas de la historia rusoasiática o tiene encuentros con altos dignatarios del estado. Se le nota tranquilo. Su Rusia, que no se acaba, en su mente apenas empieza. El ejército ruso no para de seguir avanzando lento pero seguro en el territorio ucraniano, desprovisto de unidades suficientes para hacerle frente de manera eficaz ya que buena parte de ellas están ocupadadas en adueñarse del territorio ruso.
Ucrania, tal como la conocían hace algunas décadas sobre todo los ciudadanos exsoviéticos está siendo engullida lenta y tenazmente por el catodonte ruso.
Ucrania junto con Moldova ahora mismo están en oferta al mejor postor, frase que me recuerda una secuencia de “Narcos”. Con Ucrania y Moldova el proyecto europeo llega a paralizarse en un atolladero, por no decir que se acaba. Pero al mismo tiempo hay otro plan en desarrollo, cocido por la mente de un solo hombre, Vladímir Putin. El plan de “Rusia que apenas empieza”. ¿Quién lo hubiera supuesto?