¿Quién es Zelenski?

• La paz entre Ucrania y Rusia depende de un acuerdo directo entre Ucrania y Rusia.

Zelenski no es quien para recordar a otros pueblos las tragedias por las que han pasado a lo largo de su historia a fin de hacerles partícipes de la tragedia que sufre ahora su pueblo, el ucraniano. Me refiero a la intervención ante el Congreso Español el 5 de abril de 2022, en la cual evocaba el bombardeo de Gernica por las aviaciones italiana y alemana en la II Guerra Mundial. Leemos en El País: “El presidente ucranio -lo correcto sería “ucraniano”, de lo contrario diríamos “américos, mejicos, francios”, etc -apeló a las conciencias -¡en plural!- de los diputados”. ¿A la conciencia de los diputados? ¿Son los diputados españoles unos desalmados y no entienden, sin esa clase de ejemplos, que la guerra es una tragedia?

Europa y el mundo entero se han volcado con la causa ucraniana como nunca se ha visto en la historia hasta ahora. Este es el verdadero frente ante una agresión de tal calibre.

No es quien el presidente ucraniano para ejercer de gendarme europeo y mundial señalando con el dedo hacia empresas extranjeras porque no se hayan ido de Rusia, tratando de abochornarlas públicamente. Son empresas privadas, construidas con el esfuerzo y el trabajo personal de los que no solo gastan unos sueldos sino que los crean, generando empleos y pagando impuestos a unos estados cada vez más codiciosos y tacaños.

Zelenski es el presidente de la segunda exrepública soviética después de Rusia, según su importancia económica y militar. Nadie ignora que las grandes fortunas de las exrepúblicas soviéticas fueron acumuladas por directores de compañías controladas por el estado cuyos negocios estaban relacionados, en primer lugar, con la exportación de los recursos energéticos y que, a lo largo de las últimas décadas, han ido formando alrededor de todos los presidentes postsoviéticos entornos muy cercanos. Hace unos meses a Zelenski se le criticaba duramente dentro de su país por la mala gestión de los problemas económicos. El estallido del conflicto ruso-ucraniano en su fase actual ha hecho de él este héroe nacional ucraniano que ahora ha llegado a ser conocido en el mundo entero.

La excusa, que esgrime Zelenski como argumento ante todos los congresos y parlamentos europeos y mundiales de que Putin es un asesino, no vale. A Putin ya le conocíamos y conocíamos su modo de ver las cosas. No obstante, quién es Zelenski no queda muy claro. Ucrania está siendo devastada mientras él es su presidente y los preparativos para esta campaña militar rusa se hicieron cuando él, y la cúpula política que le rodea, estaban en el poder.

Zelenski señala con dedo acusador a diestro y siniestro: a la ONU, al Congreso Americano y al Parlamento Europeo, hacia otros países, entre ellos Rumanía que, en su opinión, se anexionó territorios de Ucrania, es decir a todos menos a sí mismo. En un mundo de bellacos, él y su entorno son limpios, sin mancha, impolutos. Mientras el presidente ucraniano espera garantías que nadie, ni la OTAN, ni la Unión Europea, ni el Congreso estadounidense se apresuran a ofrecerle, Ucrania está siedo destrozada, pedazo por pedazo, por el ejército lento de la Polilla, mote que Putin tenía en su juventud.

En ruso hay un dicho: la salvación del ahogado corresponde al propio ahogado.

¿Qué fueron esas consultas ridículas en Estambul de hace dos semanas -escribo esto a 14 de abril de 2022- con Turquía de mediador y varios países de garantes, entre ellos Gran Bretaña? ¿Turquía facilitando un acuerdo entre dos pueblos eslavos hermanos? ¿Y con Inglaterra de garante? Vamos, que no se lo creen ni ellos.

La paz entre Ucrania y Rusia depende de un acuerdo directo entre Ucrania y Rusia.