Cambio en Rusia

Cambio en Rusia Plaza Roja de Moscú, vacía
Una Plaza Roja de Moscú, vacía antes del discurso de Putin sobre el estado de la nación El País

Cambio en Rusia

¿Qué consecuencias tendrá el motín de Wagner y afectará esto, de alguna manera, a Putin? Son preguntas que se hacen en todo el mundo, menos en Rusia. Los países occidentales esperan que algo acurra en un país donde reina la ley del silencio y donde están prohibidos los hechos espectaculares. Rusia es un país enorme donde todo transcurre con suma lentitud, donde la prisa occidental pierde velocidad y todo se vuelve monótono como una novela Turguenev. Esperar que algo pase allí y, sobre todo, que tenga consecuencias rápidas para la maciza cúpula política que ocupa el Kremlin no tiene ningún sentido. La ley del silencio y el espacio son dos obstáculos que impiden seriamente el acontecer acelerado de cualquier trastorno importante y esto, desde luego, opera a favor de sistemas políticos como es el de Vladímir Putin. Acontecimientos que pueden trastornar el mundo entero, en Rusia no tienen consecuencias y al revés, un trastorno importante en Rusia podría llegar a perturbar al mundo entero.

Cambio en Rusia Discurso que pronuncia Putin el Día de la Victoria, en Plaza Roja
Discurso de Putin el Día de la Victoria, en Plaza Roja, Foreign Policy

Prigozhin no representa, ahora, este momento espectacular que pudiera hacer tambalearse una estructura tan pesada y voluminosa como es la admnistración de Putin. El propio pueblo ruso no tolera jaleos tan acostumbrados en Occidente. Da, ne suietisi, ty!, te dirán. Una frase que contiene bastante desprecio para quien se pone nevioso muy pronto e inútilmente: ¡Pero no te pongas nervioso, tú!

Y toda esta estructura pesada, como un plomo, está en cada ruso. Solo cuando este bloque de cemento que transporta en su interior el ruso llegue a oscilar, solo entonces podríamos esperar algunos cambios. Hasta entonces, nada.

Putin conoce muy bien a su pueblo que le apoya no porque le quiera, sino porque es aquel que le brinda ese marco estable al que está acostumbrado. Y no le importa que ese marco sea bueno o malo, o que se llame Putin o de otra manera. ¡Que sea inalterable, punto!

Prigozhin planteó un problema serio y real: el de la corrupción de los altos mandos militares que abastecen de armamento el ejército. Bueno, ¿y qué? ¡Con las municiones que deben llegar al frente se hacen negocios! Pues, vale. Putin debe de estar al tanto de todo porque conoce la naturaleza humana y no tiene ningún problema en tolerarlo. ¿Por qué? Porque es mucho más importante para él que le sean fieles a que sean correctos. Que roben con tal de que no me traicionen. A los amigos hay que querer, con los enemigos, negociar y a los traidores destruir, frase que, dicen, le pertenece. Y bastante de Putin hay en cada ruso y en cada rusa.

Prigozhin avisó, desde el principio, sobre su marcha hacia Moscú. La prensa occidental calculó en seguida en cuántos días llegaría a la capital su tropa y pronosticó la envergadura del jaleo que el Grupo Wagner lograría armar en sus calles. ¿Marcha sobre Moscú? Con ese acto los mercenarios habrían sellado su sentencia de muerte, condenados no por Putin sino por los propios rusos.

Grupo Wagner abandona su plan de marchar hacia Moscú
Cambio en Rusia: Grupo Wagner desiste de su plan de marchar hacia Moscú, ondacero.es

Lo que difícilmiente tolerarían es una guerra en su propia casa. Esto significaría que el marco estable, no importa, repito, bueno o malo, está en peligro y sería entonces cuando empezarían a plantearse algunas dudas. Lo cual no significa que se levantarían para derrocar a la autoridad, educados desde hace siglos a respetarla, no. No les importaría que tuviera lugar, por fin,  ese cambio.

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