Agujeros en el asfalto/Gropi în asfalt
léxico clave: quedar deslumbrado a rămâne năucit, artesano artizan, meșteșugar, făuritor, calles pavimentadas străzi pavate, descalabrarte en algún bache să-ți spargi capul în vreo groapă, hoyo/bache/agujero groapă/gaură, andamio schelă, empleado muncitor/angajat, aceras trotuare, espejismo iluzie/miraj, existencia holgada en el consumo existență îndestulată, aliciente stimulent, escaparate vitrină, pintarrajeado mâzgâlit, viejo artilugio mecanism vechi, recordar el pasado să ne amintească de trecut, aparcado parcat, detrás dejamos un vacío lăsăm în urmă un gol, arreglar a repara, incapacidad vergonzosa neputință rușinoasă
Muchos de los que se fueron al extranjero para encontrar allí esa vida mejor con la que soñamos todos, se quejan de que en el país donde ellos nacieron, y de donde decidieron marchar, anden mal las cosas. Y en cambio, ¡qué bien se vive en los países que eligieron como destino de su partida!
- Mulți dintre cei care au plecat în străinătate, în căutarea unei vieți mai bune la care visăm cu toții, se plâng că în țara în care s-au născut, și din care au hotărât să plece, lucrurile merg prost. Iar, în schimb, cât de bine să trăiește în tările pe care le-au ales ca destinație a plecării lor! Dar, oare, ar putea să meargă bine o țară abandonată de o parte a populației sale, care nu muncește acum pentru ca această țară să crească din punct de vedere economic, ci pentru prosperitatea altor state?
¿Sin embargo, podría ir bien un país abandonado por una parte de su pueblo y que ahora no trabaja para que este país mejore económicamente, sino para aumentar la prosperidad de otro estado? Porque esto fue precisamente lo que ocurrió. Moldavos y rumanos partieron en busca de oportinidades en otras tierras y bajo otros cielos, trabajando duramente y muchas veces en condiciones humillantes, tapando con su esfuerzo y sudor agujeros ocupacionales que nativos occidentales se negaban a cubrir.
Si Francia o Alemania son tierras bellas es porque franceses y alemanes, con su tesón, han construido esta belleza. Quedar deslumbrado ante ella, y sobre todo plantearse aprovecharla solo porque tú, en tu tierra, no tienes otra similar, no tiene ningún sentido porque no eres tú su artesano, no aportaste tu talento y dedicación a elaborarla.
Me encanta Viena, me gusta pasear por sus calles muy bien pavimentadas y por las aceras lisas, por donde puedes ir velozmente en monopatín, a cualquier hora del día o de la noche, sin correr el riesgo de descalabrarte en algún bache, y al pasear por esas calles me acuerdo de los espacios destinados al tráfico peatonal de Bucarest, sembrados de trecho en trecho de hoyos del tamaño de un puño gigantesco, culpables de miles y miles de esguinces anualmente. Admiro los edificios blancos y limpios de la capital austriaca y no pocas veces he escuchado habla rumana al pasar al lado de los andamios por donde subían y bajaban empleados ocupados en restaurarlos o blanquearlos
Al cruzar la frontera de mi deprimida tierra moldava, me desplomo en un agujero todavía más hondo que carece de mano de obra hábil para remediarlo. Los edificios, las calles y las aceras de Bălți, una de las ciudades más grandes y más importantes de la república, ofrecen ante los ojos del visitante un aspecto tan lamentable que uno, oriundo de este lugar ignorado por el mundo civilizado, siente ganas de echarse a llorar.
El deseo de ganar más dinero y de vivir mejor es natural en el ser humano, sobre todo en un mundo que acaba de abrirse y parece ser muy generoso en ofrecer espejismos de una existencia más aliviada económicamente. El dinero sí que es un aliciente, el motor de esa existencia holgada en el consumo, pero también un hoyo donde sepultamos, quizás para siempre, nuestros sentimientos y recuerdos, aquello que pretendemos olvidar lo más pronto posible cuando nos encontramos frente a escaparate luminoso.
- În ultimul timp, în metroul din București se pot vedea, din ce în ce mai des, trenuri vechi, din acelea pe care România le fabrica în uzinele sale în vremurile dictatorului împușcat
Últimamente en el metro de Bucarest se pueden ver cada vez más a menudo trenes antiguos, esos que Rumanía fabricaba en sus propias empresas en la época del dictador fusilado. Pintarrajeados de grafitis y con menos luz en el interior de los vagones, tienen aspecto de viejos artilugios que, al salir del subterráneo, como si salieran del túnel del tiempo, nos quisieran recordar el pasado. Tienen, sin embargo y de manera curiosa, una importante ventaja técnica y de seguridad: ofrecerían más protección a los pasajeros en caso de incendio. El humo no podría propagarse tan fácimente y llenar pronto el tren ya que cada vagón está separado. Aparcados, quizás también para siempre, en un terminal ferroviario, esos trenes son rescatados de vez en cuando para cubrir algún defecto, para tapar un agujero en el buen funcionamiento en la tecnología moderna.
- Plecând în altă țară pentru a ne împlini visele materiale, e cazul să înțelegem că lăsăm în urmă un gol, gropi în asfalt, pe care nimeni nu se va îngriji să să le repare în locul nostru. Criticându-le, criticând aceste gropi, nu facem altceva decât să scoatem în evidență faptul că am fugit și neputința rușinoasă de a munci în propria noastră țară.
Al marchar a otro país en pos de cumplir ilusiones materiales, hemos de entender que detrás dejamos un vacío, agujeros en el asfalto que nadie se va a preocupar por arreglar en tu lugar. Criticándolos, criticando esos agujeros solo dejamos al descubierto nuestra fuga y la incapacidad vergonzosa de trabajar seriamente en nuestro propio país.